Fig 1. Cápsulas de dextrometorfano o DXM
- Descubierto por los químicos suizos Andre Grüssner y Otto Schnider en 1946
- Duración de 4 a 8 horas
- Mejor conocido como el ingrediente principal de los jarabes para la tos
Fig 2. Estructura molecular del dextrometorfano
Orígenes
Disponible como un barato y ampliamente accesible jarabe antitusivo, el dextrometorfano (o DXM) es un elemento que se encuentra en la mayoría de los cajones de medicina en todos lados. Es quizá uno de los psicoactivos con los que la mayoría ha tenido por lo menos cierta experiencia. En algún punto de la infancia ese jarabe empalagoso encontró su destino a través de tu boca. De hecho, para muchos niños, el jarabe para la tos es el sabor de la medicina en sí.
Pero como muchos adolescentes – y también adultos – han descubierto, el DXM sirve para muchas cosas más que solo detener la tos. Alguna vez lo suficientemente desconocida para pasar desapercibida en la comunidad médica, el DXM ha surgido como la oveja negra de la familia psicodélica. Incluso usuarios recreacionales de drogas tienden a descartar la idea de beber jarabe para la tos, menospreciándola como el equivalente psicodélico a oler pegamento o beber una botella de enjuague bucal – una pobre alternativa buscada solo por adolescentes desesperados que no pueden obtener algo mejor. Su turbia reputación fue popularizada aún más cuando noticas sensacionalistas comenzaron a advertir sobre “millones de jóvenes” asaltando cajones medicinales en busca de “drogas fáciles de obtener”.
Fig 3. Pastillas “R30” de 30 mg de DXM
Para aquellos dispuestos a ver, hay mucha más historia que contar. Los entusiastas de DXM hablan sobre sus cualidades visionarias y posiblemente, sus poderes chamánicos que van más allá de lo que los titulares mencionan. Nuestra actitud cultural respecto a esta sustancia proviene más de la ignorancia y de la propaganda “Di No a las Drogas” que sobre las características del compuesto en sí. Naturalmente, una droga directamente relacionada con jóvenes puede resultar sospechosa y más aún cuando ha habido muertes que pudieron haber sido prevenidas con uso responsable, pero ¿esto significa que no tiene valor como herramienta de auto-exploración para adultos precavidos?
Más que medicina para la tos
Dos científicos suizos, Andre Grüssner y Otto Schnider, descubrieron por primera vez el DXM en 1946 y lo patentaron tres años después – A mediados de los años 50’s la CIA y el Marina de Estados Unidos investigaban el potencial del DXM como un reemplazo no adictivo de la codeína. Esta investigación cayó bajo el auspicio de MKPILOT, un proyecto gubernamental secreto de EUA – junto con otra operación encubierta mejor conocida de la CIA: MKULTRA – en las cuales examinaban drogas para control mental o modificación de la conducta.
En 1958, la Food and Drug Administration (FDA) aprobó el uso de DXM como un supresor para la tos, una categoría previamente dominada por la codeína. Aunque efectiva, la codeína tiene sus desventajas: Además de causar efectos secundarios como fuertes nausea y mareo, también tiene un tremendo potencial de abuso y a veces termina generando dependencia a opioides.
Fig 3. Romilar, tabletas originales de DXM proveniente de los laboratorios Hoffmann-La Roche ubicados en Suiza (1968)
Por supuesto, el DXM también llegó con sus propios pros y contras. Las fácilmente accesibles tabletas, Romilar, se volvieron populares como drogas recreacionales en Estados Unidos en los años 60’s. Entre sus fans se encontraban el poeta beat Allen Ginsberg, el autor Jack Kerouac y el crítico de rock Lester Bangs, que dijo esto sobre el dextrometorfano: “Lo llamas un ‘colocón’ o un ‘high’ porque cambia tu consciencia y tus sensaciones físicas. Pero las cambia a la nada – un vacío total, una completa ausencia de ser.” Eso quizá no suene como la descripción más tentadora, pero a Bangs le encantaba y la consumía frecuentemente.
En 1973, después de un alza en las ventas debido al incremento de uso recreacional, las tabletas de DXM fueron retiradas de las farmacias y reemplazadas con jarabe para la tos, una opción mucho menos atractiva que tenía como intención reducir el consumo recreativo. Para aquellos que se preguntan por qué la medicina para la tos viene en jarabes, la repuesta es sencilla: volver desagradable su consumo.
Con el advenimiento del Internet en los años 90’s se sentaron las bases de la cultura moderna relacionada al DXM. Sus usuarios, previamente aislados y desconocidos con solo algunas leves asociaciones, fueron capaces de unirse en foros y redes en linea donde compartían información, experiencias e incluso arte y música inspirada en DXM. Gracias a estos grupos de internet, la popularidad de la sustancia se ha elevado en años recientes. El secreto está oficialmente afuera – un poderoso alucinógeno disociativo puede ser obtenido por unas cuantas monedas en cualquier farmacia de barrio.
La experiencia
El Dextrometorfano fue desarrollado como un análogo opioide sintético, pero sus efectos no se parecen en nada a la morfina u otros opioides. De hecho, es más parecido a disociativos como la ketamina y el PCP. En dosis bajas, los disociativos producen euforia, anestesia y sensaciones corpóreas inusuales. En dosis elevadas, pueden inducir profundas experiencias fuera-del-cuerpo.
Entre los entusiastas del DXM, la experiencia es generalmente dividida en cuatro etapas o “mesetas”. No es solo la intensidad la que cambia al elevarse la dosis, los efectos en sí cambian completamente. En mesetas inferiores, es un estimulante con efectos eufóricos; en mestas superiores, es un intenso anestésico disociativo, igualmente capaz de producir sublimes experiencias fuera-del-cuerpo, así como episodios de psicosis temporal.
Las mesetas inferiores
Las mesetas inferiores están asociadas con euforia y cambios a la percepción de sonido y gravedad. La primera meseta produce sensaciones fluidas de “derretimiento”, como si el cuerpo mismo fuera un espeso jarabe. La mayoría de los usuarios reaccionan con movimientos suaves pero robóticos mientras navegan este espacio. En este estado, el usuario aún es capaz de mantener conversaciones, y algunos psiconautas experimentados disfrutan estas dosis en conciertos o fiestas, como si de una dosis baja de ketamina se tratara.
La música puede escucharse especialmente placentera, un efecto que está limitado a las mesetas inferiores. “La música sonaba mucho más hermosa de lo que jamás la haya escuchado,” escribe un usuario. Otro describe un inmersivo paisaje musical:
“La música me absorbió totalmente. Ya no podía sentir mi cuerpo ni mis audífonos. Me sentía como si estuviera en un extraño videojuego, volando sobre terrenos generados por computadora. Con frecuencia me sentía como dentro de una sala de conciertos escuchando la música provenir de todos lados alrededor de mí. Aunque siempre estaba bajo control. Podía regresa a la ‘realidad’ tan solo con abrir mis ojos a voluntad.
Fig 5. Representación artística digital de alucinaciones visuales de ojos cerrados con 720mg de DXM
De acuerdo con William White, el autor de una popular guía sobre DXM, el placer producido por la sustancia es:
…totalmente diferente a la euforia de “drogas corporales” como la cocaína o la heroína; e igualmente diferente a la euforia producida por la MDMA (Éxtasis). En lugar de esto, es una sensación de estar totalmente en paz con uno mismo, el universo y otras personas. Los problemas y preocupaciones ordinarias parecen desaparecer mientras uno va entrando a un mundo donde todo es posible, y el cuerpo se va volviendo cada vez más irrelevante.
La segunda meseta intensifica los efectos de la primera, pero agrega nuevas cosas, tales como alucinaciones visuales de ojos cerrados y distorsiones a la percepción del tiempo y el espacio. El usuario se encuentra más aislado del ambiente que lo rodea, pero es todavía lo suficientemente coherente para interactuar con él. Los sentidos comienzan a parpadear, como si todos los sonidos e imágenes estuvieran siendo procesados a través de una luz estroboscópica. Caminar, bailar y dar vueltas se va volviendo cada vez más placentero, gracias a sensaciones físicas similares que se sienten como caída libre o de baja gravedad.
Las dosis bajas pueden tener también efectos empatógenos. Los usuarios frecuentemente reportan una sensación de empatía y apertura que les permite revisitar viejas memorias y confesar secretos que en situaciones normales podrían ser demasiado penosas de admitir. Aunque aparentemente menos efectiva que la MDMA para contextos terapéuticos, este aspecto de la experiencia con DXM no debería ser subestimado. Los resultados terapéuticos podrían estar limitados por los efectos del compuesto en la memoria: Entre más alta la dosis, es menos probable que uno recuerde la experiencia. En cualquier contexto, ya sea terapéutico o recreacional, siempre es recomendable tener un cuidador o trip sitter.
Las mesetas superiores
Dosis elevadas no deberían ser exploradas en contextos recreacionales. Estas profundidades pueden contener valor significativo para alguien con intenciones chamánicas o de auto-exploración, pero usuarios casuales están destinados a obtener mucho más de lo que esperaban.
En la tercera meseta, el usuario se va desconectando cada vez más de la realidad y puede sentir que está viviendo escenas o memorias creadas por la imaginación. Uno está inmerso en “extraños paisajes espaciales sin frontera”, y puede sentirse tan pequeño como una molécula o tan grande como una galaxia. Un explorador reportó sentir que su cabeza se agrandó tanto que apenas cabía en el cuarto y después la usó de casco.
Con los ojos abiertos, prevalece la doble visión, ya que el cerebro se niega a resolver datos visuales entrantes en una sola imagen tridimensional. Las perturbaciones perceptuales de la segunda meseta se intensifican: Tanto la vista como la audición está ahora divida en fragmentos que tartamudean a través de la consciencia como telegramas en código Morse.
Un experimentador menciona:
“Mis visiones estaban empezando a congelarse, como si todo se estuviera cristalizando o cubriéndose en cera.”
Aunque la cognición está profundamente distorsionada, los usuarios reportan una sensación de serenidad mientras los pensamientos distractores se van evaporando.
Una persona escribe:
“Se sintió como si la tapa de mi cráneo hubiera sido abierta hacia un claro cielo azul.”
Fig 6. Las mesetas superiores producen alucinaciones muy extrañas
La tercera meseta también marca la entrada de profundas experiencias fuera-del-cuerpo y similares a cercanas a la muerte, que pueden ser divertidas, espiritualmente importantes o simplemente aterradoras. Por esta razón, la tercera meseta es considerada un viaje serio y desgastante. La resaca, compuesta principalmente de una sensación de fatiga, es común.
En la cuarta meseta, la conexión a la realidad consensuada es cortada totalmente. Un trip sitter – una compañía sobria que supervisa el viaje, evita que el usuario se lastime a sí mismo y llama a los servicios de emergencia en caso de una sobredosis – es fundamental. La dosificación correcta es muy importante: Pasarse de la cuarta meseta puede acabar en una hospitalización o incluso la muerte.
En este estado, el usuario está inmerso en un estado de disociación completo, algo parecido al “K-hole” de la ketamina. Las personas frecuentemente reportan encuentros con Dios y otros seres sobrenaturales. Experiencias fuera-del-cuerpo son comunes – quizá inevitables – pero pueden llegar a ser profundamente desconcertantes:
“Imaginé personas sentadas en mi cama al lado de mi cuerpo, y tuve conversaciones con ellos desde el otro lado del cuarto. No estaba hablando en voz alta, porque los sonidos emanaban de mi cuerpo y ya lo había dejado atrás… para mí, estaba muriendo. No me daba miedo, se me hacía interesante… fue increíblemente poderoso. Una verdadera peregrinación espiritual.”
En otras descripciones de experiencias fuera-del-cuerpo, los límites del lenguaje se vuelven dolorosamente aparentes. La interacciones y sensaciones de la persona varían tan profundamente de la consciencia ordinaria que se requiere de un poco de imaginación:
“Terminé en medio de una masa infinita de luz dorada y plateada – podía sentir cada una de las partículas de mi ser desintegrarse y volverse parte de esa masa de luz; sensaciones indescriptibles bombardearon cada parte de mí – mucho más grandes que cualquier placer que haya experimentado yo en la Tierra.”
Pero no todo es miel sobre hojuelas. Las mesetas superiores frecuentemente llevan a pensamiento delirante y similitudes con la psicosis son comunes. Aunque el DXM no es particularmente adictivo, los usuarios que lo beben mucho y muy seguido corren el riesgo de desarrollar adicción psicológica, así como otros potenciales daños mentales. Aunque relativamente seguro en el corto plazo, las consecuencias del abuso de DXM a largo plazo aún no son del todo comprendidas.
El texto en su totalidad es una traducción fiel al español del capitulo sobre dextrometorfano del libro “Medicina Mágica” de Cody Johnson. Páginas 114 a la 121.
Fuentes:
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- The Shadow. “DXM, a double-edged sword: An Experience with DXM (exp72).” Erowid.org. Oct 13, 2000. www.erowid.org/exp/72.
- Thgilenin. “Beyond Words: An Experience with DXM (exp180).” Erowid.org. Aug 15, 2001. www.erowid.org/exp/180.
- Xerxes. “Weird Memories On This Nervous Night: An Experience with DXM (exp6511).” Erowid.org. Feb 28, 2002. www.erowid.org/exp/6511.
- White W. “The Dextromethorphan FAQ: Answers to Frequently Asked Questions about DXM.” Erowid.org. www.erowid.org/chemicals/dxm/faq/dxx_faq.shtml.