Fig 1. Cristales de DMT
- Sustancia usada desde la antigüedad pero sintetizada en 1931.
- Descubierta en plantas en 1946, descubierta en humanos en 1972.
- Duración: 15 minutos cuando es vaporizada.
- Asociada al autor y conferencista Terence McKenna y al investigador y psiquiatra Dr. Rick Strassman.
Fig 2. Estructura química de la molécula de N,N-DMT
Orígenes
A pesar de ser menos popular que compuestos tales como LSD y Psilocibina, la DMT es en mucho sentidos la quintaescencia psicodélica. A diferencia de sus más conocidos primos químicos, la DMT, abreviación para N,N-Dimetiltriptamina, ocurre naturalmente en una amplia variedad de plantas y animales, incluido el cuerpo humano. A pesar de ser por mucho el psicodélico más común en la naturaleza, la DMT raramente se encuentra en concentraciones lo suficientemente elevadas para causar intoxicación. Su propósito en humanos y otros organismos sigue siendo un misterio, pero su aparente ubiquidad en la naturaleza pareciera indicar un rol fundamental – si no como un neurotransmisor, al menos si como un elemento bioquímico fundamental para otros compuestos importantes.
Por muchos siglos, la DMT ha sido uno de los dos ingredientes básicos de la ayahuasca, el sacramento vegetal adorado por las tribus amazónicas. Más recientemente, este brebaje previamente secreto ha atraído olas de “turistas espirituales” a la selva en busca de sanación, limpias y catarsis. El rol del DMT en su contexto tradicional es cubierto en el capítulo sobre Ayahuasca de este libro. Este capítulo se enfoca solo en el compuesto aislado, que ha surgido en el siglo XX como un enteógeno y herramienta de exploración en sí misma.
Aunque la sustancia no es, gramo por gramo, especialmente potente – una dosis efectiva requiere 100 veces más material que el LSD – un “breakthrough” completo de DMT es ampliamente considerado por veteranos exploradores de la conciencia como una de las experiencias visionarias más poderosas que existen.
Aunque todos nosotros producimos y metabolizamos pequeñas cantidades de DMT todos los días, dosis altas definitivamente no son para los asustadizos. Un enteógeno sin igual, sublime y extremadamente acelerado, la DMT exige el respeto de hasta los más audaces e intrépidos exploradores del espacio interior.
Más allá de la Ayahuasca
El DMT extraído viene en forma de polvo o cristales y varía en color de amarillo a blanco. Tiene un aroma ligero pero distintivo, reminiscente de dulces flores, pero cuando es vaporizado, toma un punzante olor como a plástico quemado. La DMT es ocasionalmente inyectada, aunque este método requiere materiales y habilidades especializadas. El puro compuesto puede ser consumido oralmente, como la ayahuasca, pero debe ser combinado con otras sustancias (IMAOS) para prevenir que las enzimas del estómago destruyan la DMT. Estos análogos farmacéuticos del brebaje selvático son conocidos, apropiadamente, como “farmahuasca”.
La mayoría de las veces, la DMT es vaporizada en una pipa de vidrio e inhalada. Esto tiene el doble efecto de comprimir la duración de la experiencia y al mismo tiempo intensificar mucho sus efectos. Una fórmula oral de farmahuasca dura entre 3 y 5 horas; DMT vaporizado dura aproximadamente 15 minutos.
Fig 3. Farmahuasca: IMAOS de harmala (izq) y DMT base libre (der).
Una nueva fórmula ha ido ganando popularidad en años recientes: Changa. Una mezcla para fumar consistente de material vegetal infundido con DMT, originado en Australia a inicios de los años 2000 y desde entonces ha encontrado aceptación entre los entusiastas de la DMT alrededor del mundo. Así como la ayahuasca, las mezclas de changa generalmente contienen DMT y otros compuestos, llamados IMAOS, que potencian el efecto de la DMT. La changa también puede llevar hierbas no-psicoactivas, como menta, lavanda y loto azul. En duración e intensidad, la changa se encuentra más o menos entre DMT vaporizado y ayahuasca tradicional. Muchos de sus usuarios aprecian su más lenta subida, su más larga duración y en términos generales la mejor manejabilidad de la experiencia en comparación a la DMT pura vaporizada.
Fig 4. Changa
DMT en los años 1950’s y 60’s
Aunque jugó un papel central en las ceremonias chamánicas del Amazonas por siglos, la DMT fue sintetizada por científicos occidentales hasta 1931 y descubierta en plantas hasta 1946. Y aun así, los investigadores no sabían que habían descubierto un poderoso psicodélico.
Las primeras nociones sobre los impresionantes efectos psicoactivos de la DMT sucedieron en 1956 gracias a un químico y psiquiatra húngaro llamado Stephen Szára. Un verdadero explorador y experimentador, Szára consumió dosis de DMT cada vez más altas, pero sin efecto alguno. Asumiendo correctamente que su estómago podría estar metabolizando el compuesto antes de que pudiera llegar al cerebro, Szára decidió intentar una vía alterna. Cuando se inyectó a sí mismo DMT, descubrió que los efectos eran similares a las descripciones de experiencias con LSD y mescalina, pero de más corta duración. Su descripción representa el primer trip report de DMT inyectado:
“Las alucinaciones consistían de brillantes y coloridos adornos de tipo oriental que se movían. Después vi maravillosas escenas que alternaban rápidamente. Las caras de las personas parecían máscaras. Mi estado emocional algunas veces se elevaba eufóricamente… mi consciencia estaba completamente llena de alucinaciones y mi atención estaba firmemente unida a ellas…”
Se corrió rápido la voz en círculos psicodélicos intrépidos. El novelista beat William S. Burroughs se volvió uno de los primeros en probar este misterioso y nuevo compuesto. No fue de su agrado. En una carta a Timothy Leary, Burroughs le explicó que su experiencia con DMT fue “completa y horriblemente real envuelta en insoportable dolor”.
A inicios de los años 1960’s, justo cuando se encontraba trabajando en el Proyecto de Psilocibina de Harvard, Leary comenzó a escuchar rumores de este nuevo y poderoso psicodélico. Aunque Burroughs le advirtió sobre su terrible naturaleza, ganó la curiosidad de Leary. Aunque la DMT nunca llegó al programa de investigación psicodélica de Harvard, su versión inyectada era frecuente en Millbrook, lugar de exploración psicodélica de Leary ubicada al norte de Nueva York.
En su libro High Priest, Leary hace la siguiente descripción de su primer viaje de DMT en compañía de unos cuantos amigos:
“Las personas presentes fueron transfiguradas… criaturas divinas… todos estábamos unidos a un organismo. Debajo de la superficie radiante pude ver la delicada y maravillosa maquinaria de cada persona, la red de músculos, venas y huesos – exquisitamente hermosa y unida, todo parte de un mismo proceso”.
En ese entones, la DMT no era para los delicados – el estigma de inyectarse la droga mantuvo al margen de probar el nuevo psicodélico a todos menos a los exploradores más dedicados. Pero no pasó mucho tiempo antes de que Nick Sand, uno de los dos químicos clandestinos responsables de icónico ácido “Orange Sunshine” de los años 60s, hiciera un trascendente descubrimiento: La DMT como base libre podía ser fumada.
Fig 5. Residuos de DMT base libre en la pipa Glass Vapor Genie
La vaporización cambió la naturaleza de la experiencia drásticamente, de un viaje de una hora a un vuelo de 10 minutos a través del hiperespacio. Este fue el comienzo de la reputación de la DMT como “the businessman’s trip”, una sustancia de increíble poder que manda al usuario a otra dimensión y de regreso en cuestión de minutos.
Aunque nunca ganó amplio reconocimiento como ícono contracultural de los 60s de la manera que la cannabis y el LSD lo tuvieron, la DMT ha exigido respeto como una poderosa sustancia entre aquellos que la han probado – y continua creciendo su lista de seguidores desde su descubrimiento.
La Experiencia
Cuando es vaporizada, los efectos de la DMT son indescriptiblemente intensos y casi inmediatos. Los usuarios a veces intentan inhalar un segundo o tercer toque mientras el cuarto se disuelve en fractales alrededor de ellos. Un eufórico “zumbido” atraviesa el cuerpo del usuario, generalmente coincidiendo con alucinaciones sonoras parecidas a un tono ascendente o a sonidos que asemejan el aplastar plástico. Hay una impresión como de ser lanzado a una dimensión alienígena. De hecho, el efecto se da tan rápido que muchos usuarios lo describen como un “despegue”.
De acuerdo con Terence McKenna, dentro del primer minuto después de vaporizar DMT, uno entra a un “domo” – un espacio “lleno de alucinaciones geométricas muy coloridas, muy iridiscentes y brillosas, reflejándose en todas las superficies. Todo es como maquinaria pulida y vibrante de energía”. Esta desconcertante fantasmagoría sigue cambiando a un ritmo abrasador, y algunos usuarios se quejan de que es demasiado rápido como para ser de alguna utilidad chamánica o terapéutica.
De cualquier manera, la DMT es una experiencia visual intensa. Pero es más que solo una montaña rusa caleidoscópica – para muchas personas ofrece una verdadera conexión espiritual. Nick Sand la describió como “el portal a un templo intensamente personal de nuestra propia sacralidad”. Él dijo:
“La DMT crea un manantial hacia una especie de espacio infinito. Lo puedes sentir y saborearlo, como se mueve a través de todo tu cuerpo como una brisa fresca en un día caluroso. Como una caricia materna en tu rostro con fiebre, pero mucho más profundo. Puedes sentir el viento de lo Divino soplando a través de ti.”
Terence McKenna y el hiperespacio
Un explorador de la consciencia, autor y prolífico orador, Terence McKenna era, más que cualquier otra cosa, un supremo narrador de historias. Un popular conferencista en los años 1990s, McKenna hablaba de psicodélicos, entes alienígenas y cualquier otro tema que capturara su expansiva curiosidad.
McKenna probó el DMT por primera vez como un estudiante de Berkeley en 1965 y quedó impresionado por los caleidoscópicos mundos que había descubierto en sí mismo. Después él le dio crédito a estas experiencias, considerándolas la razón de su inicio hacia su “compromiso con la experiencia psicodélica” – un esfuerzo que lo mantendría ocupado por el resto de su vida.
A través de los años 1980s y 1990s, con la propaganda antidrogas “Di No a las Drogas” a todo lo que daba, McKenna se mantuvo como una de las voces más fuertes y claras que promovían el uso de psicodélicos como herramientas de autoexploración. Un iconoclasta y audaz crítico de la sociedad, McKenna sugería que las personas consumieran psicodélicos para ver a través de la “programación cultural” que obstruía sus mentes. Los psicodélicos, el mencionaba, “te abren a la posibilidad de que todo lo que tú sabes está mal.” En cierto sentido, él fue el Timothy Leary de la generación rave, aunque ciertamente menos polarizador y mesiánico que su predecesor.
Fig 6. Terence Kemp McKenna
Aunque murió en el año 2000 de cáncer cerebral, la inmensa influencia de McKenna en la cultura psicodélica aún continúa hoy en día. Grabaciones de sus pláticas, que incluyen increíbles descripciones del “hiperespacio” de la DMT, incisivos comentarios sociales y extrañas teorías de evolución humana y contacto alienígena han amasado millones de vistas en Internet.
Las eruditas y hasta poéticas descripciones de McKenna sobre lo que él llama la “indescriptible” consciencia dimetiltriptamínica – comunicado con irónico ingenio y su particular nasal tono de voz – han sido fundamentales en el aumento de la popularidad de la sustancia estas dos últimas décadas. La experiencia, dice, es “de un orden fundamentalmente diferente a cualquier otra experiencia de este lado de la tumba.”
Dr. Rick Strassman y su investigación psicodélica
Con la aprobación de la Ley de Sustancias Controladas en 1970, la DMT se volvió ilegal junto con la mescalina, la psilocibina y muchas otras sustancias. Entre aquellos decididos a obtener DMT, esta prohibición ha tenido muy poco efecto – exploradores caseros pueden fácilmente extraer DMT de una variedad de fuentes vegetales legales. Pero sí detuvo la investigación científica. Stephen Szára, quien había emigrado de Hungría hacia los Estados Unidos y que seguía estudiando la DMT bajo el patrocinio del Instituto Nacional de Salud (NIH), se vio forzado a detener esta fascinante área de investigación. Así fue que el colega de Szára y ganador del Premio Nobel, Julius Axelrod, publicó en 1972 el primer estudio científico demostrando la presencia de DMT en tejido cerebral humano sano – estudio que pavimentó el camino para el entendimiento moderno de la ubicuidad de la DMT en la naturaleza, y quizá, fundamental para el sano funcionamiento de todas las plantas y animales.
Aunque técnicamente legal para investigar, la nueva prohibición generó tal complejo sistema de aprobaciones que por los próximos 20 años, hasta los más dedicados científicos de la consciencia prefirieron enfocar su atención en otras cosas.
Un científico, sin embargo, no se dejó desalentar. Después de un laborioso proceso de dos años para obtener los permisos necesarios, el Dr. Rick Strassman, un psiquiatra de la Universidad de Nuevo Mexico, comenzó el primer gran estudio científico de psicodélicos en humanos en décadas. De 1990 a 1995, Strassman inyectó a 60 voluntarios con alrededor de 400 dosis de DMT y los entrevistó acerca de sus experiencias. Documentó sus resultados en su libro: “DMT: La molécula espiritual” – un término que eligió para reflejar las muchas similitudes entre viajes de DMT y experiencias religiosas.
Fig 7. Libro publicado por el Dr. Rick Strassman sobre su investigación con DMT
Los resultados fueron fascinantes. Los voluntarios frecuentemente reportaron haber dejado su cuerpo para entrar a un exótico reino no-físico. Muchas personas sentían que se morían – pero al rendirse ante la experiencia, muchos fueron capaces de transformar esto en un evento positivo y catártico. Algunos voluntarios experimentaron la DMT como una especie de psicoterapia acelerada que les ayudó a confrontar y resolver ansiedades inconscientes. Muchos experimentaron lo que Strassman describió como un estado transpersonal o místico, consistente de sentimientos de unidad, conexión, renacimiento y frecuentemente con profundas connotaciones espirituales.
Elfos mecánicos, espíritus y entidades
Uno de los más extraños y debatidos aspectos de la experiencia con DMT es la aparición de entidades de otro mundo – formas orgánicas cambiantes hechas de energía pura que se comunican telepáticamente y dan la inequívoca impresión de ser inteligencias independientes. Suena ridículo, sin embargo reportes de tales “entidades de DMT” son sorprendentemente comunes. Y aún con otros psicodélicos, tales encuentros son muy raros – pareciera que es la DMT la que provee acceso a estas regiones inhabitadas en las costas lejanas de la consciencia.
Para Strassman, la aparición de estos entes resultó ser uno de los más intrigantes e inesperados aspectos de sus estudios. Más de la mitad de sus voluntarios encontraron ‘entidades’, ‘seres’, ‘alienígenas’, ‘guías’, y ‘ayudantes’ que tomaban la forma de “payasos, reptiles, mantis, abejas, arañas, cactus y figuras de palo.” Aunque muchos encuentros fueron benignos, algunos voluntarios los percibían como “desagradables”, “traviesos” o “siniestros”. Alguien describió la experiencia como “estar poseído”, y otros reportes tenían matices aterradores de abducciones alienígenas. Quizá lo más sorprendente de todo es que muchos voluntarios creían que estas entidades eran completamente reales, incluso después de que el efecto de la sustancia desapareciera.
Terence McKenna describió estas criaturas hiperdimensionales como “pelotas de baloncesto hechas de joyería que rebotan solas”, “alegres habitantes fractales del inconsciente” y – más popularmente – “traviesos elfos mecánicos mercuriales… extraños maestros cuyo maravilloso canto genera intrincados juguetes de la nada y que salen de sus extraños geométricos cuerpos en constante transformación.”
Fig 8. “Trickster” – Ben Ridgway (2018)
Aunque los “elfos mecánicos” se han vuelto parte indeleble del lenguaje moderno sobre DMT, McKenna no fue el primero en encontrar entes extraños bajo la influencia de la DMT. De hecho, los nativos de la selva amazónica se han estado comunicado con espíritus por miles de años al tomar Ayahuasca. Y desde 1958, Szára describió que uno de sus sujetos de investigación había encontrado “extrañas criaturas, enanos o algo así.”
Estas entidades han sido interpretadas variadamente como alienígenas, espíritus, ángeles, emisarios de una dimensión paralela, o incluso ancestros muertos hace mucho. Otros los descartan como alucinaciones extremadamente convincentes, como los personajes de un sueño.
Nick Sand – el químico que descubrió que la DMT podía ser vaporizada y un hombre con miles de viajes en su haber, llegó a la siguiente conclusión:
“Los seres y criaturas que he visto han sido curiosas y variadas, pero estos nunca se han parecido a alguien que yo haya visto, o a alguna criatura mitológica de la historia…. Aunque son totalmente originales e increíbles, nunca sentí que fueran extraños. Los reconocí inmediatamente. Tenían una rara pero ligera y curiosa familiaridad. Yo creo que esto es importante, en el aspecto de que es una responsabilidad personal. Estas son nuestras criaturas creadas por una infinita fuerza creativa que nos enseña sobre nosotros mismos. Son espejos que nos ayudan en la difícil tarea de mirarnos a nosotros mismos y recordar quienes somos.”
El texto en su totalidad es una traducción fiel al español del capitulo sobre N,N-DMT del libro “Medicina Mágica” de Cody Johnson. Páginas 34 a la 41.
Fuentes:
- Strassman R. DMT: The Spirit Molecule, A Doctor’s Revolutionary Research into the Biology of Near-Death and Mystical Experiences. Rochester, VT: Park Street Press; 2000.
- Szara S. “The Comparison of the Psychotic Effect of Tryptamine Derivatives with the Effects of Mescaline and LSD-25 in Self-Experiments.” In: Garattini S, Ghetti V, eds. Psychotropic Drugs. New York, NY: Elsevier; 1957:460.
- Leary T. High Priest. Berkeley, CA: Ronin Publishing; 1995:215 and 267.
- McKenna TK, McKenna DJ. The Invisible Landscape: Mind, Hallucinogens, and the I Ching. San Francisco, CA: HarperCollins; 1993.
- McKenna TK. “Nature Is the Center of the Mandala.” Presented at: Shared Visions Bookstore, Berkeley, California, September 12, 1987. YouTube. https://youtu.be/5DfW_1gj8Zk.
- McKenna TK. “Rap Dancing into the 3rd Millennium.” Presented at: Starwood XIV Festival, Brushwood Folklore Center, Sherman, New York, July 19–24, 1994. YouTube. https://youtu.be/gMUqaFwmhG0.
- McKenna TK, with Zuvuya. “Dream Matrix Telemetry.” Dream Matrix Telemetry, Delirium Records, 1993.
- Szára S. “DMT at fifty.” Neuropsychopharmacol Hung. 2007;9(4):201–5.