Fig 1. Representación artística de curandero amazónico
- Descubierta desde la antigüedad
- Duración: 4 a 8 horas
- Asociada con tribus indígenas de la selva amazónica
Fig 2. La Ayahuasca esta compuesta por Banisteriopsis caapi y Psychotria viridis
Orígenes
¿Medicina espiritual o sueño escapista? ¿Alucinógeno tóxico o preciada tradición? ¿El inteligente espíritu de una planta bienintencionada o un cóctel molecular con afinidad por ciertos receptores cerebrales? Con la ayahuasca – derivada de una palabra compuesta quechua que significa “liana de los muertos” o “soga de los espíritus” y pronunciada aya-waska – todos los famosos argumentos acerca del valor de los psicodélicos cobran vida. Algunos consideran a esta amarga bebida como la mejor oportunidad para la salvación de la humanidad, mientras que otros la desprecian como una simple droga de la selva: más cercano a Miedo y Asco en Perú que a la iluminación en una taza, ya que pocos son lo que han tomado ayahuasca y realmente la han obtenido.
El gobierno de Estados Unidos mantiene que la ayahuasca – debido a que contiene DMT, una sustancia ilegal – es una peligrosa droga sin uso medicinal aceptado y “alto potencial de abuso”. Mientras tanto, Perú la honra como tesoro nacional, reconociéndola como “una sabia planta maestra que le enseña a los iniciados los verdaderos orígenes del mundo y de lo que está hecho.” Allí, en el noroeste de la selva amazónica, la ayahuasca ha sido altamente venerada por muchas generaciones.
La mayoría de nosotros quedamos en algún lugar en medio – ni devotos ni cínicos. El acercamiento de la mente occidental moderna a este fenómeno ancestral se define, cada vez más, por la apertura y la curiosidad. Esta curiosidad ha crecido exponencialmente en años recientes, generando una explosión de llamados “turistas espirituales” – aquellos que viajan desde todas partes del mundo para participar en las santificadas ceremonias guiadas por chamanes conocidos como ayahuasqueros.
Quizá parte del atractivo de esta bebida sea, perversamente, lo desagradable que puede llegar a ser. The New Yorker la describió en 2016 como “la droga de moda en la era de la col rizada”. Es una experiencia dura, no un divertido paseo. Por esta razón, la ayahuasca es difícilmente encontrada en el mercado negro como una droga recreacional.
La preparación de la Ayahuasca
Entre las tribus indígenas del Amazonas, la ayahuasca ha sido una medicina desde hace siglos, quizá milenios. Para prepararla, recolectan una especial selección de plantas selváticas y las hierven hasta obtener una bebida concentrada que se toma en copas o tazas. Aunque con frecuencia nombrada “té”, no es tu típica taza de té: el denso producto es extremadamente amargo y requiere de considerable disciplina por parte de novatos para tragarlo sin sentir náuseas. Su sabor podría ser descrito generosamente como una mezcla de jarabe para la tos con café quemado.
La receta exacta varía, pero dos ingredientes son clave: Una es Chacruna (Psychotria viridis), un arbusto en cuyas hojas abunda el ingrediente psicoactivo principal de la ayahuasca: DMT, la misma molécula que es vaporizada por intrépidos exploradores de la consciencia por un corto pero intenso momento a través de paisajes alienígenas. Para sorpresa de nadie, es la DMT la que provee a la ayahuasca con estos legendarios efectos alucinógenos. En algunas ocasiones, la chacruna es reemplazada por chaliponga, una planta frondosa que también contiene DMT.
Fig 3. Chacruna o Psychotria viridis
El otro componente clave es Banisteriopsis caapi o simplemente caapi. Una liana leñosa abundante en químicos llamados alcaloides de harmala. Aunque es la DMT la que produce las visiones, gente indígena considera a la liana caapi como el ingrediente más importante de este té. Para ellos, esta gruesa enredadera es la ayahuasca en sí. Los chamanes frecuentemente mencionan que la liana es la que provee el viaje y las hojas de la chacruna añaden “la luz” o el componente visual. Entre otros aditivos comunes se encuentra la Brugmansia, una planta de la familia de las Solanáceas, que causa delirio y alucinaciones extrañas; también Ilex guayusa, un acebo con alto contenido de cafeína, así como tabaco.
Tomados por sí solos, ninguno de los dos ingredientes tiene efectos fuertes. Una vez ingerida, la DMT de la chacruna es rápidamente metabolizada por nuestras enzimas antes de que llegue al cerebro. Es por esto que, fuera de la selva, la DMT es mayormente vaporizada e inhalada; cuando se come, no tiene efecto alguno. Y los alcaloides de harmala en la liana caapi, aunque psicoactivos, no tienen punto de comparación con los efectos visionarios del DMT y otros psicodélicos.
Tomadas juntas, los efectos son profundos. Los químicos de la liana caapi son inhibidores de la mono-aminooxidasa (IMAO). Estos bloquean temporalmente la habilidad del estómago para metabolizar la DMT, incapacitando sutilmente a los centinelas del cuerpo, dándole a la DMT paso libre al torrente sanguíneo y de ahí, al cerebro.
Fig 4. Ayahuasca o Banisteriopsis caapi
Cómo fue exactamente que las tribus amazónicas descubrieron esta sinérgica combinación sigue siendo una pregunta abierta. Cuando se les pregunta al respecto, los chamanes simplemente dicen que los espíritus de las plantas les enseñaron a sus ancestros que plantas usar. En su cosmovisión, la ayahuasca no es solo una medicina sino “La Madre”, una entidad maternal que comparte su sabiduría con los seres humanos. Desde que existe el humano, el espíritu de la liana lo ha guiado.
Del modo que haya sido, esta receta ancestral representa un logro impresionante: Existen por lo menos cuarenta mil especies de plantas en la selva amazónica, muchas de ellas tóxicas. Y aun así, las personas indígenas lograron descubrir la combinación de dos plantas que producen la extraordinaria experiencia emocional conocida como ayahuasca.
La experiencia
En el Amazonas, la ayahuasca no es considerada una droga sino una medicina sagrada y una herramienta espiritual. Los nativos creen que cada planta tiene su propio espíritu, el cual ofrece una mezcla única de enseñanzas a la humanidad. El brebaje, entonces, es verdaderamente un sacramento: Compuesto de benévolas plantas intermediarias, le permite a los usuarios interactuar directamente con el mundo de los espíritus. De hecho, para muchas comunidades, las visiones de ayahuasca representan un plano elevado de realidad; se entiende que la consciencia ordinaria es solo una ilusión.
Con la guía de un curandero confiable, personas nativas usan la ayahuasca para purgarse de espíritus malévolos, conectar con sus ancestros y curar varios bloqueos físicos y mentales. Aspectos que muchos occidentales normalmente considerarían efectos secundarios desagradables, como vómito y diarrea, son apreciados por los chamanes como características especiales de la experiencia, una purga de negatividad en todas sus formas. La meta es catarsis, no entretenimiento.
Las ceremonias son realizadas en una maloca, una larga casa comunitaria hecha de materiales naturales, generalmente con forma redonda y techo de paja. Durante la semana previa a la ceremonia, se espera que los participantes sigan una estricta dieta que prohíbe el consumo de carne roja, azúcar refinada, alcohol y condimentos picantes; también deben abstenerse de tener relaciones sexuales.
Fig 5. Preparación para ceremonia de Ayahuasca en una maloca
Los participantes se sientan en círculo, uno frente a otro, y se les provee una cubeta para “la purga”. El curandero le ofrece a cada participante una taza del denso té color café y la sesión comienza. Una ceremonia de ayahuasca puede durar de 4 a 8 horas y frecuentemente consiste de 2 a 3 tazas que se van tomando durante el transcurso de la ceremonia.
Durante la ceremonia – y frecuentemente también durante el proceso de preparación de los ingredientes – el chamán canta icaros, canciones espirituales que los chamanes dicen haber aprendido de los espíritus de las plantas mismas. El chamán canta para invocar estos espíritus y dirigir las energías que entran y salen de la maloca. Si alguien se la está pasando mal con la medicina, el chamán podría cantar un icaro en particular para disipar espíritus oscuros y proteger a la persona de cualquier daño. Y como cualquier persona que usa psicodélicos sabe, la música puede ser usada para intensificar o suavizar la experiencia. Contra un fondo sonoro de ruidos selváticos que pueden parecer peligrosos o desconocidos para los no nativos, los icaros del chamán sirven para proteger, centrar y tranquilizar.
Los riesgos y beneficios del turismo espiritual
Ya mundialmente famosa, la ayahuasca se ha convertido en una sensación turística en Sudamérica, especialmente en Perú donde atrae a miles de exploradores espirituales anualmente. El equivalente experimental intangible de la Torre Eiffel o la Estatua de la Libertad, el té se ha convertido no solo en un tesoro nacional sino también en una bendición económica para la región.
Iquitos, una ciudad de medio millón de habitantes y la ciudad más grande en la Amazonia Peruana, se ha convertido en la capital no oficial de Ayahuasca del mundo. Es también la ciudad más grande del mundo que es totalmente inaccesible por tierra – es solo accesible vía aérea o acuática. Alrededor de treinta a cien centros de ayahuasca operan dentro y alrededor de Iquitos, entre ellos muchos operadores de dudosa reputación ofrecen la bebida para sacarle dinero fácil a extranjeros ingenuos.
Estos pseudo-chamanes son un verdadero problema. A pesar de que el crecimiento en turismo espiritual ha traído dinero e interés a la región, también ha brindado una amplia plataforma para que personajes turbios se hagan pasar por hábiles chamanes. Algunos son simplemente descuidados e inexperimentados, sin preparación para manejar las intensas emociones de un grupo de gringos novatos que están probando la ayahuasca por primera vez. Otros son predadores, manipuladores y estafadores: Ha habido múltiples casos de abuso sexual contra mujeres que fueron atacadas por sus supuestos chamanes. Perpetrados por hombres aparentando ser guías confiables en un proceso terapéutico sagrado, estos crímenes representan un particularmente perverso caso de traición y abuso de confianza.
Fig 6. En Iquitos, la Ayahuasca es un atractivo turístico más
Aunque la ayahuasca puede causar complicaciones en personas que usan ciertos medicamentos o con un historial de trastornos mentales, es extremadamente raro que la bebida cause la muerte por si sola. En 2012, un joven norteamericano de 18 años murió bajo circunstancias misteriosas después de consumir una alta dosis de ayahuasca en un centro ceremonial. El chamán, preocupado por la reputación de su centro, enterró al muerto en un monte y le mintió a la policía y a los familiares del difunto antes de terminar confesando todo.
Dos años después, un hombre inglés sufrió una reacción fatal después de consumir el brebaje en Colombia, y su cadáver fue arrojado al borde de un camino por locales. En 2015, un canadiense apuñaló a otro sujeto en defensa propia cuando este último, bajo los efectos de la ayahuasca, se tornó violento y lo atacó.
Historias impresionantes como estas generan titulares sensacionalistas, pero son la excepción y no la regla. Aun así, los riesgos son reales. Se recomienda a los viajeros investigar extensivamente y manejarse con extrema precaución antes de considerar realizar una sesión de ayahuasca en un país desconocido.
El texto en su totalidad es una traducción fiel al español del capitulo sobre Ayahuasca del libro “Medicina Mágica” de Cody Johnson. Páginas 25 a la 30.
Fuentes:
- Levy A. “The Drug of Choice for the Age of Kale.” The New Yorker. Sept. 12, 2016, www.newyorker.com/magazine/2016/09/12/the-ayahuasca-boom-in-the-u-s.
- Metzner R. Sacred Vine of Spirits: Ayahuasca. Rochester, VT: Inner Traditions | Bear & Co; 2005.
- Sanches RF, et al. “Antidepressant Effects of a Single Dose of Ayahuasca in Patients With Recurrent Depression: A SPECT Study.” J Clin Psychopharmacol. 2016;36(1):77–81. doi: 10.1097/JCP.0000000000000436.
- Halpern JH, et al. “Evidence of health and safety in American members of a religion who use a hallucinogenic sacrament.” Med Sci Monit. 2008;14(8):SR15–22.
- Grob CS, et al. “Human psychopharmacology of hoasca, a plant hallucinogen used in ritual context in Brazil.” J Nerv Ment Dis. 1996;184(2):86–94.
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- Kandell J, Richard E. “Schultes, 86, Dies; Trailblazing Authority on Hallucinogenic Plants.” The New York Times. Apr. 13, 2001, www.nytimes.com/2001/04/13/us/richard-e-schultes-86-dies trailblazing-authorityon- hallucinogenic-plants.html.
- Rudgley R. The Encyclopedia of Psychoactive Substances. London, England: Little, Brown & Company; 1998:26.