Fig 1. Ámpula con ketamina
La ketamina es un anestésico disociativo, que puede producir efectos psicodélicos en dosis y contextos diversos. Fue sintetizada por el estadounidense Calvin Stevens en 1962 cuando trabajaba para la compañía farmacéutica Parke-Davis.
Algunas personas creen que su uso original es tranquilizante para caballos o gatos, eso es incorrecto. La ketamina se creo con fines de uso en humanos, y de hecho fue descubierta debido a que la intención era crear algo igual de eficiente pero menos tóxico que la fenciclidina, lo cual de hecho es.
La autora, astróloga y practicante de Yoga, Marcia Moore, se autonombró “La sacerdotisa de la Ketamina”, escribió el libro “Viajes hacia el mundo brillante” el cual es un gran referente psiconáutico del uso de esta sustancia. Lamentablemente Marcia murió en 1979, probablemente de problemas conductuales derivados de uso excesivo de ketamina inyectada. Su cadáver fue encontrado en el bosque hasta el año de 1981.
John C. Lilly fue otro gran autor y experto en Ketamina. A pesar de que también usó ketamina en contextos irresponsables y que casi le cuestan la vida, murió hasta los 86 años. Su libro mas relevante en este tema es “El científico”. Además, John fue un brillante científico en otros aspectos de su vida y un erudito del estudio de delfines.
El mejor libro hasta la fecha sobre Ketamina es el de Karl Jansen, “Ketamina: Sueños y Realidades”. Este libro abarca historia, química, farmacología, mitos y otros aspectos del uso y abuso de ketamina en todo el mundo a través de la historia.
Fig 2. Ketamina: Sueños y Realidades por el Dr. Karl Jansen
La ketamina es una sustancia muy útil para la recuperación de severos cuadros de depresión y además es uno de los anestésicos mas “limpios” que existen en el mundo. De hecho pertenece a la “Lista de Medicinas Esenciales de la Organización Mundial de la Salud”.
El autor y experto psiconauta “D.M. Turner” la clasificó en su legendario libro “The Essential Psychedelic Guide” como de intensidad 10 al infinito, enfatizando que es una sustancia de un potencial increíble para expandir y transportar la consciencia a los límites mas lejanos del universo. Lo cual es cierto, pero jamás debes confiarte con una sustancia disociativa, y el mejor ejemplo es el mismo Turner, quien murió el 31 de Diciembre de 1996 ahogado en tan solo algunos centímetros de agua después de haberse autoadministrado ketamina en su bañera.